Una sombra fugaz atraviesa la mesa donde desayuno en Ragazzi. Esta aparición impertinente hace que distraiga mi atención de una lectura ocasional y eleve la vista en busca de su causa. Por el rabillo del ojo llego a ver a una moza atribulada que ha arribado a cumplir su turno evidentemente con cierto retraso (sigue)
Leer artículoHace algunos años durante una visita al oftalmólogo, éste, al probar los lentes que compensarían mi déficit visual me hizo notar la diferencia nada desdeñable entre lo deslumbrante y lo preciso. No recuerdo con exactitud sus palabras, pero sí llevo grabada en mis retinas la vivencia de la lección. De manera sucinta describiría lo primero como aquello que sorprende por su intensidad (sigue)
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